En días pasados, Edgar Camargo, economista para México de Bank Of América Merryl Linch señalo que los mexicanos sufrirán un alto impacto causado por las alzas en energéticos y alimentos. Comentó que muchas empresas mexicanas operan prácticamente al día, por lo que los aumentos en los precios se darán en función de la medida en que se encarezcan los insumos. Por su parte, Sergio Cervantes Rodiles, el dirigente de Cámara de la industria de la transformación (Canacintra), declaró que en 2011 habría un incremento en el precio de alimentos y bebidas. Anunció que solicitarán una entrevista con Bruno Ferrari, Titular de la Secretaria de Economía para revisar los aumentos mensuales a los energéticos, particularmente la gasolina y diseñar estrategias para evitar que las empresas pierdan competitividad. Señaló que se pondrá sobre la mesa la necesidad de frenar los incrementos en los energéticos por que los precios de las commodities (materias primas) se fijan a nivel internacional y poco se puede hacer en el particular, pero si se pueden detener el incremento en la gasolina y combustibles. El alza en precios de alimentos como granos y cereales afectan directamente los costos y las empresas deben reflejarlos en el precio de venta.
A fines de 2010, los industriales de la masa y la tortilla trataron de aumentar los precios pero a través del dialogo con la Secretaria de economía y la Comisión Federal de Competencia se evitó el incremento en este producto básico. La inflación en 2010 finalizo en 4.40% y las mayores presiones de los precios de los productos agropecuarios como factores climáticos incidieron para que aumentaran 7% en 2010 aunque frutas y verduras subieron un 14% mientras que el algodón y el trigo aumentaron un 90%. Para 2011 los productores de granos básicos esperan incrementos de un 25% a un 35% en maíz, trigo, sorgo, arroz y frijol
Por su parte, Bruno Ferrari de Alba García, Secretario de Economía pidió a todos los sectores involucrados actuar de manera responsable y no lucrar con las necesidades de la población y de las familias mexicanas. Señaló que a nivel mundial, los factores climáticos que se han registrado en varios países, la producción de biocombustibles, la especulación y la debilidad del dólar podrían encarecer algunos granos y cereales. Puntualiza que habrá que hacer frente de manera responsable a la volatilidad de los precios y que el alza en los combustibles no es pretexto para una escalada en los precios considerando que las gasolinas en México son de las más baratas.
En el mismo orden de ideas, estudios de la F.A.O. (Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación) señalan que en México los hogares de clase baja dedican más del 40% a la alimentación y en zonas rurales puede llegar hasta un 70%. En 2008 el índice mundial de precios de alimentos tuvo incrementos que desencadenaron una crisis que trajo violentas protestas en Haití y Bangladesh. En 2011, las cosas podrían ser peores sobre todo en los cultivos que sustentan la alimentación mundial como son trigo, maíz y arroz. Las inundaciones en Australia golpearán una región que produce el 11% del trigo disponible en los mercados mundiales, Argentina, otro gran productor registró fuertes sequias y produce el 10% de la producción mundial. En lo que se refiere al arroz, los principales productores mundiales, Tailandia, Vietnam y Pakistán han tenido mal año de cosechas. El periódico “Daily People” de China advierte que “el número de personas que pasan hambre en el mundo podría aumentar”.
En la última edición de las Perspectivas Alimentarias, la FAO advierte que, el mundo debe estar consciente de la posibilidad de tener mayores precios de alimentos en 2011. Al no disminuir la presión en los precios de la mayoría de los productos básicos en el mundo, la comunidad internacional debe permanecer atenta a que no haya shocks importantes en la oferta durante el 2011. Durante el lanzamiento del informe de la FAO, los Analistas describieron el futuro de los precios de los alimentos del 2011/2012 como "incierto" y que mucho dependerá de los niveles de las nuevas plantaciones de cultivos para la próxima temporada.
La FAO y el departamento de Agricultura de Estados Unidos dan muestra de preocupación mientras que en México, reina una calma que desconcierta, la Sagarpa asegura que para 2011 se tiene garantizado el abasto de maíz. Aunque el tema reviste la mayor importancia, no está incluido en el discurso oficial ni en el radar de las máximas autoridades. Todo parece indicar que se acerca una ola silenciosa, ojala no se convierta en tsunami. Una postura gubernamental sensata sería: “prepararse para lo peor esperando lo mejor”.
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